
ESTA MONTAÑA LLENA DE ENERGÍA
a VIOLETA PARRA.
Encendida por el fuego agrio de la bala
te acercas a mi, mujer,
redondo tu rostro.
Y todo Chile se puso en mi sien
en la alfarera con muchos oídos,
en el gatillo inclaudicable
de tus volcanes, en el centro de tu canto
y en la trama roja estrellada de tus dedos,
de guitarra. Fuiste Madre de tus Manos,
eco de tu piel y en este Febrero agraciado
le diste número y significado a mi vida,
al agua de tus bellas montañas,
que no son otras que las mismas
mías manos de tu grande sonrisa.
Violeta Parra yo te nombro Mujer del Pueblo,
una gran luchadora por la verdad sin vergüenzas
de tu hermoso canto, el suspiro álgido y claro
de tus palabras. El revólver seguirá
apretando la bala que tú clavaste
en mi corazón y me seguirá oprimiendo
el pecho y daré estertores de energía,
Madre Opositora Política, Madre Pintora,
Madre Chilena.
Gracias,
Gracias a tu vida y Gracias a tu Canto y a tu Poesía.
Guillermo Enrique Prada.
En mi Librería Ernesto Sábato-Punto y Aparte,
De Santos Lugares, Bs. As., Argentina.